Sinopsis
Un personaje ficticio -Ramón el calatravo- narra su existencia entera, que se cumplió a caballo de los siglos XII y XII. Aprendiz de cantero, agricultor, herrero, siervo, soldado, señor de la guerra y constructor de catedrales góticas, desde el cenobio que habitó en las postrimerías de su vida rememorada los lances que el albur le llevó a contemplar, entre los que descuella la batalla de Aarcos y la de La Nava de la Losa, episodios que han pasado a la historia con letras mayúsculas.
Bereberes, traficantes, castellanos, reyes, ángeles y demonios, bailarinas y juglares, nobles y siervos, caballeros y labradores, gente de armas y de letras dromedarios, sabuesos, simios, alanos, mulos y corceles y otros muchos animales que sería excesivo citar, componen la multitud que poblaba el mundo que le tocó vivir como uno más de los eslabones de la inextinguible cadena de la humanidad, aquella que entre cerradas nieblas persigue fantasmas para concluir con las palabras que dicen, ¡vanidad de vanidades...!, todo es vanidad.
Algunas palabras del autor
Escribí Dios conmigo durante los años
2008 y 2009. Entonces llevaba casi veinte años componiendo historias de todos
los tonos y extensiones, pero aún no había tocado el género histórico, si exceptuamos
la descripción de las andanzas de Juan Evangelista, el mirobrigense que vivió
trescientos años (pero de esto ya hablaremos en otra ocasión). Como para
componerla había buceado en la historia de la civilización de los tres últimos
siglos, y encontré diversión en ello, decidí ir más atrás en el tiempo, y tras
algunos tanteos y no pocas lecturas de la historia de España, me pareció que la
confluencia de los siglos XII y XIII, esto es, la etapa en que se expulsa de la
península al último de los grandes imperios bereberes, el almohade, me venía
que ni pintado para hablar de la vida cotidiana de tales entonces.
Y para ello, ¿qué era necesario? No sabía una
palabra cierta sobre los usos y costumbres de la plena edad media
española, cuando los reinos cristianos peninsulares aprovechan la desunión
musulmana que se produce tras la muerte de Almanzor (1002) para arremeter de
manera definitiva contra los ocupantes que siglos antes habían llegado desde el
continente vecino. Aragón, Navarra, Portugal y Castilla, unas veces unidos y
otras enfrentados, avanzan pausadamente hacia el sur durante decenios (la toma
de Toledo por Alfonso VI se produce en 1085), y esta progresión culmina en el
episodio de las Navas de Tolosa, ocurrido en 1212 y que señala el fin del poderío
musulmán en territorio peninsular, pues desde entonces sus reyes se consideran
vasallos de los cristianos a fin de conservar sus territorios.
Al propio tiempo, y sin pretenderlo, pasé un
día casualmente por lo que hoy queda de la fortaleza de Calatrava, Calatrava la
vieja, sita a pocos kilómetros de la actual Ciudad Real, que entonces no
existía, y entre sus ruinas hice noche. Era en primavera, y los Hados me
regalaron con un cielo sin igual. Entre aquellas piedras hice unos huevos
fritos (llevaba un camping gas), y pasé parte de la noche contemplando el
Guadiana y la bóveda celeste..., y allí (aunque en aquel momento no me diera
cuenta) comenzó todo.
Vuelto del reino de los sueños me puse a la
tarea, que no me pareció poca, y de esta forma, tras pergeñar difusamente una
lista de cuestiones que se me antojaron del caso, acabé por informarme aquí y
allá sobre los siguientes asuntos:
Aguja magnética, Alarcos (pueblo, castillo y batalla de 1195), alquimia, amor cortés, armamento medieval, batallas campales en la Edad Media, Berenguela de Castilla, canciones medievales, Cantar del Mío Cid, canteros, canto mozárabe, Calatrava la Vieja, castillo de Calatrava la Nueva, castillos de La Mancha, catedral de Burgos, cocina y gastronomía medievales, construcción de castillos, disentería, eclipse de Sol de 1239, expansión cristiana en el siglo XII, fortalezas de la Orden de Calatrava, fuego griego, gótico, gusanos de seda, herrerías, historia de España, juglares en las cortes medievales, la Mancha medieval, la Mesta, Leonor de Aquitania, Los Yébenes y su comarca, monasterio de las Huelgas Reales, montes Carpetanos, música andalusí, música española en la Edad Media, Navas de Tolosa (batalla de 1212), Orden de Calatrava, órdenes militares en los siglos XII y XIII, piedras de nafta, poesía medieval y andalusí, pólvora, reconquista española, reinado de Alfonso VIII, Rey Arturo y caballeros de la Tabla Redonda, Rodrigo Ximénez de Rada, románico, segunda cruzada, Toledo en los siglos XII y XIII, torneos medievales...
Y en fin, añadiré que si se molestan en leer
el libro comprobarán que los anteriores epígrafes (y otros varios que me
salto), son traídos en algún momento a colación en esta historia narrada por el
calatravo, personaje de humilde origen que nació en aquella fortaleza en el
año de 1170 y, tras muchos sucesos, llegó a señor de la guerra en tan
arriesgada frontera.
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